El efecto cromático o tono que nos da la luz depende de su
temperatura. La temperatura de color es la cantidad de luz que emite un cuerpo
al ser incidido por esta.
Si la temperatura es baja, obtenemos tonalidades cálidas,
debido a que se intensifican las cantidades de amarillo y rojo en la luz. Y si
la temperatura es alta habrá un mayor numero de radiaciones azules, por lo que
obtendremos una luz fría.
Las temperatura cromática, se puede modificar anteponiendo
filtros de conversión sobre las fuentes luminosas.
La luz blanca es una mezcla que incluye todos los colores
del espectro (RGB). La composición de esta mezcla varía dependiendo de la
fuente luminosa.
Ejemplo: una vela pose más rojo que azul, por lo que es
cálida.
La temperatura de un color se mide un kélvins y se utiliza
el termocolorímetro.
Algunos ejemplos son:
- Luz de una vela: 1,800°k
- Bombilla doméstica: 2,800°k
- Luz fluorescente (gas): 3,200°k
- Luz diurna: 5,500°k
Podemos modificar la temperatura cromática mediante la
utilización de filtros de conversión sobre la fuente luminosa. Para equilibrar
la luz diurna pueden ser:
- Para enfriar ( verde)
- Para calentar (magenta)
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